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- Jacinto el soñador
Aquí en Irlanda, mirando este lago hermoso. Me encuentro todas las tardes, con mi amigo Jacinto el soñador, escuchando sus poemas.
A veces de tantos misterios, que se ahogan sin realizar.
Me pongo a pensar, que si fueran ciertos, esos sueños se hicieran realidad. La vida, el aire que respiro, la inmensa naturaleza en todo su esplendor, color y fragancia, que me hace ver que existo.
Veo y siento, así es mi bella Irlanda.
País soberano. Dublin su capital. Con numerosos ríos. Sus parques naturales y paisajes, un panorama único. Su idioma es el irlandés y el inglés.
Somos pastores, llevamos con mi amigo las ovejas en ésta tierra fértil, con sus altas cumbres que las rodean, y a lo lejos se divisa el mar.
¡Marissa! ¿ Contaste las ovejas?
Si, están todas.¿ Y tú?
A mi me faltan dos.
Siempre se esconden detrás de una maleza. Arriba detrás de la colina.
Estoy cansadísimo,pero si no voy, ellas no regresarán. Las puedo perder.
Ja, ja, ja.
¿ De qué te ríes?
Son parejas. Quizás están enamorados.
¡ Que ocurrencias tienes! Ándate a tu casa que ya es tarde, tus papás se van a preocupar. Mañana no te puedo ver, me voy al mercado, a comprarle su alimento a mis palomas mensajeras.
¡Tanto las quieres!
Desde niño, cuando mi papá me trajo una paloma, por mi cumpleaños en una caja, al abrirla, salió volando,era blanca,muy bonita, me llamó la atención, y me dijo : Es blanca como la paz. Siempre recuerda que tu vida, tendrás muchas sorpresas, buenas y malas, pero lo que más felicidad te dará siempre, es sentirte en paz.
Lo abracé y en mi inocencia, compré una que otra diciendo en mi inocencia, que tendría más paz.
Lo único que no pude encontrar, que fueran todas blancas, pero las quise igual, para darles compañía, y que no estuvieran solas.
¡Me imagino, si una vez no estuvieras, quien les daría su comida!
¡Quien va a ser mi mamá y mi tía!
Pasaron los días. Estábamos bajo un árbol que nos daba la sombra, y alrededor unas ovejas.
Jacinto me dijo : ¡Te tengo una noticia! Me han llamado de Pensilvania.
¿ Que ciudad es ésa, debe estar muy lejos?
Así es.Se han enterado de mis escritos y quieren hacerme una entrevista en una editorial.
¡Pero si es fantástico, te felicito! Yo lo sabía, si escribes tan lindo. Tenía que cumplirse tus sueños, mi querido amigo Jacinto.
Gracias.
¿ Pero cuando te vas?¿ Cuando regresas?
¡Pero caray, no me estoy yendo y ya quieres regresarme! No hables todo a la vez. Voy por unos días y cuando vuelvo, todavía no lo sé.
¿ Pero no has pensado en mi? Me voy a quedar sola.
Está Ximena y Rubén.
Pero ellos no son como tu.Me harán falta tus poemas. Además tu eres muy chico.
¿ Yo? Yo ya soy un joven. Tengo 20 años, tu eres la chica con tus 15 años. No te preocupes, cada mes, recibirás un poema.
¿ De verdad, no me mientes?
Claro que sí. ¡Eres una tonta, como que no me conocieras! Yo siempre cumplo lo prometido.
Llegó el día del viaje….
¡Casi no llego a tiempo al aeropuerto para despedirlo!
Prométeme que te cuidarás.
Claro que sí.
Tu también.
Apresúrate, ya parte el avión.
Dame tu mano.
Y me puso un sobre, y me dio un beso en la mejilla, luego salió corriendo.
Lloré y lloré, e inmediatamente abrí el sobre y así decía :
"Estos años que hemos vivido juntos, de niños y de juventud, en nuestra bella Irlanda, me dediqué a escribir, pero esas notas y palabras me las decías tu. Porque siempre estabas en mis pensamientos y en mi corazón. Tu fuiste mi inspiración, mi luz y mi guía, para seguir soñando, un día regresaré y volverás a ver, a tu amigo el soñador".
Doblé la hoja, la metí en el sobre y le di un beso. ¡ Por qué me lo dijo ahora! Si yo también lo quería. Yo ya no soy una niña, quiero amar como los demás. Estaré esperando con ansias siempre sus poemas.
Pasó un mes..
¡Marissa te llegó una carta!
A ver, dámela.
Está en tu cuarto.
Era de Jacinto. Contando de la ciudad, que era muy bonita, de su trabajo y que tendría que quedarse unos meses más. Tenía otras citas importantes que cumplir. Lo iban a contratar, en una revitas muy prestigiosa.
" Era una niña tan bonita,
como la aurora ve crecer una rosa,
esa es mi amiga Marissa,
te quiero y extraño,
Jacinto"
¡Mamá, mamá!
¿ Que pasa?
Me quiere, me quiere.
¿ Que dices?
Jacinto, me lo dijo en la carta.
Hijita, que bueno, ya debes estar feliz. Has esperado tanto tiempo, esta carta. Eres todavía muy joven, pero si el amor llega,será bien recibido. Si tu anhelo es quererlo, acéptalo y sé feliz.
¡ Gracias mamá, te quiero!
Luego pasaron unos meses, pero las cartas ya no llegaron.
¡ Marissa ya debes presentarte para la universidad!¿ Que vas a estudiar?
Me gusta la abogacía.
Está bien, debes ser lo que te gusta.
¿Llegó carta?
No. Siempre me haces la misma pregunta. Sal con tus amigas y amigos, un día te enamorarás. Hay buenos chicos.
¡No tengo que esperar a Jacinto!
En las mañanas, en mi ventana, siempre venía a visitarme, una paloma mensajera, me tocaba con el pico la luna de la ventana. ¡ Que mejor despertador!
Pasaron unos años…
A Marissa le agradaba su carrera, se hizo de un grupo de amigos, sobre todo de Fidel, que la acompañaba a su casa.
¿Marissa, cuando me vas a aceptar?
Todavía no.Sabes que te quiero como amigo.
Esperaré. Se que conseguiré tu amor.
Eres muy bueno. Hay chicas lindas.
Pero yo sólo te quiero a ti.
Sabes, sigamos estudiando, préstame tu cuaderno. Quiero ver unos apuntes. Llegué tarde y no me quiero atrasar.
¡Fin de año y ya nos graduaremos! ¡Que nos espera el destino!
Yo creo, que el destino , lo eliges tu. El problema es no equivocarse, y tener la sabiduría, para elegir su camino correcto.
Ya tocaron la campana, nos toca el curso de literatura.
¡Vamos rápido o llegaremos tarde!
Eso nos pasa por charlar y charlar.
Mientras a Jacinto, lo mandaron a una especialidad comercial.
Por su amigo Benjamín, se enteró, que había un internado de chicos con problemas de una enfermedad, la tuberculosis.
Por la curiosidad de conocer a estos jóvenes, se dirigió a esa clínica.
Sentados, unos jóvenes en unas bancas, en el jardín, estaba soleado, conversaban, no les llamó la atención, que Jacinto les observara.
¿ Cómo es esta enfermedad?¿ Cuando se curan? ¿ Les gustará la lectura?
Les traeré libros. Les puedo hacer unas charlas. Sus vidas hay que hacerlas más placenteras. Que si sufren, hacerla más agradable, en lo que les toca vivir. No puedo dejarlos así. Y me propuse ayudarles en lo que conocía : La lectura.
Aprenderían, ocuparían su tiempo, se sentirían más útiles, y su conversación entre ellos, se haría más interesante y provechosa.
Pasaron unos meses…
Y de repente…
Jacinto, en su habitación, le empezaron unos escalofríos y la temperatura le fue subiendo. Se levantó y perdió el equilibrio. Llamó inmediatamente a la clínica. Y vino un doctor, lo examinó, muy preocupado.
¿ Dónde ha estado últimamente?
Le explicó todo.
¿ Por qué doctor?
Usted por los síntomas, tiene tuberculosis.
Pero doctor, como bien, mi vida es ordenada.
Eso nada tiene que ver. Tendrá que internarse en una clínica.
¡Pero doctor, no puede ser , mi trabajo!
Eso tendrá que esperar.
¿Cuánto tiempo demorará en curarme?
Lo observaremos cada mes.
Gracias doctor. Necesito de su ayuda y profesionalismo. Soy joven y quiero
vivir.
No se preocupe. Con mis recomendaciones se curará en menos de lo previsto.
Aquí le dejo el recetario, cúmplalo al pie de la letra.
Así lo haré. Gracias doctor.
¿ Y ahora que hago? ¿ Por que fui a esa clínica? Me contagiaron, ahora soy como uno de ellos.¿ Y cuando veré a Marissa? ¿ Y mis versos a quien se los mandaré? Ella no puede saber en el estado que me encuentro. ¿ Que hago Dios mio? ¡ Ayúdame! ¿ Quien me toca la puerta?
Tan rápido llego el taxi para la clínica.
Puse unas cuantas ropas en mi maleta.
El trabajo me ofreció ayudarme. Las notas que escribiría se las mandaría por la computadora. Asi siempre tendría trabajo, y no me sentiría tan inútil.
Me hice amigo de muchos, observándolos. Eran inteligentes y sobretodo con mucho interés por aprender. Empecé a escribir un libro sobre ellos, y también aprendí de ellos.
En esta vida, nada es perfecto. Todos tenemos inteligencia, si no que, unos la afloran más que otros quizá por timidez, temor o inseguridad.
Fue una tarde en un café, en que Fidel, tomándole la mano a Marissa, le dijo : Te quiero. Y ella un poco dudando, le dio el si.
Estaremos juntos.
Pero no te apresures para que llegue a quererte, como te mereces. Dame tiempo.
Esta bien, como quieras. Me haces muy feliz. Vamos a contarle a nuestros amigos.
¡Hurras, hurras, festejando! Y unos tragos.
Llegando a casa, Marissa se lo contó a su mamá. Creyó que se pondría más contenta. O fue idea de ella.
Marissa entró a trabajar en un estudio muy prestigioso, y Fidel en otro estudio. Se veían a las 7pm en el café, donde luego la llevaba a su casa.
Marissa, al entrar a su casa, como siempre lo primero que hacía, era ir al buzón, para ver si había alguna carta, y siempre lo encontraba vació.
Los días transcurrieron…
Ya había amanecido, como siempre la paloma, tocándole con el pico la ventana. La vió, pero algo le llamó la atención. Algo tenía en el pico. Abrío la ventana, tomó la paloma, y muy suavemente, le abrió el pico, y encontró una notita que decía : Tu amigo Jacinto el soñador.
¿Pero qué?¿ No puede ser? Es una broma.¿ Quien la mandó?¿ O está aquí?
¡ Mamá, mamá!
¿ Que pasa?
No me digas nada, ya regreso.
Sali corriendo, con dirección a la casa de Jacinto. Mi corazón decía que había regresado. El no podía engañarme. Toqué la puerta, me abrió su mama. La miré, sólo me asentó, bajando la cabeza, mirando a la terraza.
Con pasitos cortos,me fui acercando, y estaba, él mi amigo Jacinto el soñador. Lo miré más guapo, abriendo sus brazos. Me dijo : ¡Acércate, no ves este momento, que tanto lo he deseado!
¡Te quiero tanto! Tu rostro siempre lo tuve en mi memoria, pero ahora al verte, estás mucho más bella.
Me abrazó y me besó tantas veces.Yo sólo le decía : Te quiero , te quiero. Ese amor que esperé tantos años, había vuelto. Me explicó la vida que le tocó vivir. ¿Pero por qué nunca tus cartas llegaron?
Te equivocas, te las mandaba todos los meses, pero las que las recibía era tu mamá. Ella prometió no decírtelo, hasta que yo me curara. Fue nuestro secreto. Y ahora me tienes aquí.
¡ Quiero ya leerlas! Me muero de ganas. Son sólo mías. El tesoro que guardaré siempre mientras viva.
¡Marissa, eres el amor de mi vida!
Llévame enseguida donde mi mamá.
Llegando …
¡ Mamá, mamá!
Teresa su mamá… le dijo : Ya lo sabes, sonriéndole a Jacinto.¡Un secreto tan bien guardado!
La mamá se dirigió a su cuarto, regresando tenía en las manos una caja llena de sobres, no faltó un mes de mandarlos.
¡ Como puede existir un amor así de grande!
Marissa, llamó a Fidel, contándole todo. Le dijo : Ahora comprendo el por qué nunca me dijiste la palabra : Te quiero. Espero que seas feliz.
Gracias, siempre seremos amigos.
Y este es el final de la historia de : Jacinto el soñador.
