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Posted by : Aida Pelosi Bergna
lunes, 20 de julio de 2015
El canto del ruiseñor
Por : Aida Pelosi Bergna
¡Mamá, cuéntame la historia del ruiseñor!
Dice la leyenda, que en una pequeña casita, vivía una anciana, su
compañía solo, un pequeño ruiseñor.
Ella siempre le conversaba, y él le correspondía moviendo su cabecita.
En las mañanas al amanecer, solía cantarle, y ella pronto se acercaba
a su jaula, a darle su merienda.
Un día al verla, siempre encerrado, le dio mucha pena y abrió la jaula
y soltó al ruiseñor.
Quedó muy triste, pero a la vez quería verlo feliz en libertad.
En la noche pasaron las horas, y de pronto escuchó un ruido que la
hizo estremecer.
Pronto se levantó presurosa y fue a la cocina, y vio con sorpresa al
ruiseñor. Había regresado a su jaula y al verla se puso a cantar. La
anciana se emocionó; unas lágrimas en el rostro se hicieron notar. El
pajarillo había regresado a su hogar.
Contemplándolo le dijo : ¡ Yo un día tendré que partir, pero te
aseguro que regresaré por ti; sólo espera, pero no dejes nunca de
cantar.
Y sucedió, un día la anciana falleció, y él solo se quedo. Cantaba
todos los días, aunque su tristeza se reflejaba en sus alitas ahora
caídas, y sus ojos con melancolía.
Un día una vecina contó, que vio un ángel; venía del cielo, con sus
alas extendidas, y se lo llevó; y así fue que la promesa se cumplió.
Vinieron entonces desde lejos, cientos de ruiseñores y le entonaron de
despedida una dulce canción; su nombre : "El amor de un ruiseñor".
¡ Mama, que bella historia! ¡ Cómo fuera realidad!
Claro que sí. Es tierna y conmovedora; que el amor existe en cualquier
ser y en cualquier lugar.
Si tus sueños y recuerdos te hacen feliz, que se hagan realidad.
¡ Gracias mamá! Te quiero mucho.
¡Y yo mucho más a ti!
Por : Aida Pelosi Bergna
¡Mamá, cuéntame la historia del ruiseñor!
Dice la leyenda, que en una pequeña casita, vivía una anciana, su
compañía solo, un pequeño ruiseñor.
Ella siempre le conversaba, y él le correspondía moviendo su cabecita.
En las mañanas al amanecer, solía cantarle, y ella pronto se acercaba
a su jaula, a darle su merienda.
Un día al verla, siempre encerrado, le dio mucha pena y abrió la jaula
y soltó al ruiseñor.
Quedó muy triste, pero a la vez quería verlo feliz en libertad.
En la noche pasaron las horas, y de pronto escuchó un ruido que la
hizo estremecer.
Pronto se levantó presurosa y fue a la cocina, y vio con sorpresa al
ruiseñor. Había regresado a su jaula y al verla se puso a cantar. La
anciana se emocionó; unas lágrimas en el rostro se hicieron notar. El
pajarillo había regresado a su hogar.
Contemplándolo le dijo : ¡ Yo un día tendré que partir, pero te
aseguro que regresaré por ti; sólo espera, pero no dejes nunca de
cantar.
Y sucedió, un día la anciana falleció, y él solo se quedo. Cantaba
todos los días, aunque su tristeza se reflejaba en sus alitas ahora
caídas, y sus ojos con melancolía.
Un día una vecina contó, que vio un ángel; venía del cielo, con sus
alas extendidas, y se lo llevó; y así fue que la promesa se cumplió.
Vinieron entonces desde lejos, cientos de ruiseñores y le entonaron de
despedida una dulce canción; su nombre : "El amor de un ruiseñor".
¡ Mama, que bella historia! ¡ Cómo fuera realidad!
Claro que sí. Es tierna y conmovedora; que el amor existe en cualquier
ser y en cualquier lugar.
Si tus sueños y recuerdos te hacen feliz, que se hagan realidad.
¡ Gracias mamá! Te quiero mucho.
¡Y yo mucho más a ti!